lunes, 29 de diciembre de 2014

¿Tradicional o creativa?

    Lo mío no es una pasión, es una afición... o tal vez, mi afición se ha convertido en una pasión... El caso es que desde hace un año me siento sumergida, en cierto modo, en este mundo que es la repostería. Y, es curioso, como parece que hay diferentes versiones según qué es lo que haces, o mejor dicho de la manera como lo haces.

    Ahora se habla de repostería tradicional y de repostería creativa, pero ¿de verdad se puede separar el concepto de repostería? Me da igual cómo se denomine, de lo que se trata es de preparar un plato dulce y la elaboración de ese dulce, que ya es apetitoso de por sí, además añadimos la decoración para que ya sea no sólo sabroso sino espectacular y aún disfrutemos más al degustarlo.

    Hace quince días he abierto una tienda, en un principio dedicada a la repostería creativa, así se denominan; pero la gente que entra no sólo me pide fondant, cremor tártaro o pegamento comestible, si no que me demandan la nata, la canela o la pectina de manzana, por poner unos ejemplos, así que añado que también es tradicional.

    La gente más mayor, me dice que esos gustos modernos no les van, pero en realidad, lo que no nos va, es el sabor al que tenemos arraigado nuestro paladar. No es malo probar pasteles de diferentes culturas con distintos aromas o texturas, y aprender a elaborarlos. Después nos decantaremos por lo que más nos deleite. Antes no se viajaba tanto, no teníamos la posibilidad de degustar algo distinto a lo de nuestra localidad, pero con nuestros hijos es diferente y ellos no tienen tantos reparos en ello, así que enseñémosles a cocinar sea como sea, y a saborear y disfrutar de ello.

¡¡¡Besicos!!!