lunes, 29 de diciembre de 2014

¿Tradicional o creativa?

    Lo mío no es una pasión, es una afición... o tal vez, mi afición se ha convertido en una pasión... El caso es que desde hace un año me siento sumergida, en cierto modo, en este mundo que es la repostería. Y, es curioso, como parece que hay diferentes versiones según qué es lo que haces, o mejor dicho de la manera como lo haces.

    Ahora se habla de repostería tradicional y de repostería creativa, pero ¿de verdad se puede separar el concepto de repostería? Me da igual cómo se denomine, de lo que se trata es de preparar un plato dulce y la elaboración de ese dulce, que ya es apetitoso de por sí, además añadimos la decoración para que ya sea no sólo sabroso sino espectacular y aún disfrutemos más al degustarlo.

    Hace quince días he abierto una tienda, en un principio dedicada a la repostería creativa, así se denominan; pero la gente que entra no sólo me pide fondant, cremor tártaro o pegamento comestible, si no que me demandan la nata, la canela o la pectina de manzana, por poner unos ejemplos, así que añado que también es tradicional.

    La gente más mayor, me dice que esos gustos modernos no les van, pero en realidad, lo que no nos va, es el sabor al que tenemos arraigado nuestro paladar. No es malo probar pasteles de diferentes culturas con distintos aromas o texturas, y aprender a elaborarlos. Después nos decantaremos por lo que más nos deleite. Antes no se viajaba tanto, no teníamos la posibilidad de degustar algo distinto a lo de nuestra localidad, pero con nuestros hijos es diferente y ellos no tienen tantos reparos en ello, así que enseñémosles a cocinar sea como sea, y a saborear y disfrutar de ello.

¡¡¡Besicos!!!

miércoles, 12 de noviembre de 2014

Fáciles galleticas.

    Toca preparar poquito a poco nuevas recetas, las galletas de mantequilla son de lo más socorridas y hay mil y una maneras de elaborarlas. Son rápidas de preparar y hornear.

     Las que os presento hoy son ideales si de repente os viene alguien de visita y queréis quedar bien ofreciéndole un café. Si además en un momentito le ponéis unas pastitas recién hechas, tendréis éxito seguro.

    Una manga pastelera y una boquilla ancha rizada son suficientes para darles forma.

    Ir precalentando el horno, y a degustarlas...

    Ingredientes:

    - 50gr. de mantequilla (a temperatura ambiente).
    - 100gr. de azúcar.
    - 150 gr. de harina.
    - 1 huevo.


    Elaboración:

    Batimos la mantequilla hasta obtener el punto pomada con ella, añadimos el huevo, el azúcar y la harina.
    Metemos la mezcla en la manga pastelera, damos forma a nuestras galletas y horneamos de 10 a 15 minutos, dependiendo de nuestro horno y lo blanditas o crujientes que queramos que nos queden.
    Recordad, que cuando enfríen se pondrán más duritas.





    Y con esto... a triunfar!!! Ya me contaréis...


    ¡Besicos!

miércoles, 15 de octubre de 2014

Mis empanadillas dulces.

 


    Jejejeje, bueno... mís empanadillas dulces en realidad no son mías, jejejeje. Pero son una receta sencilla de esas que hacíamos en casa colaborando con los mayores y que la he seguido haciendo desde entonces, porque gusta mucho.
   
    Son unas simples obleas rellenas de crema pastelera y espolvoreadas de azúcar. Un recurso fácil si de repente te viene alguien a comer o a tomar un café, porque es un postre rápido y sin complicaciones.

    Y habrá quién me diga, sí pero la crema pastelera... bla, bla, bla... Pues vamos a partir de la base de que todo está inventado y recurriremos a la que nos ofrece Royal, que con un poquito de leche la tenemos lista en un abrir y cerrar de ojos.



    Y con las obleas, hago tres cuartos de lo mismo y preparo las que nos ofrece La cocinera.

  
    En el bote te dice exactamente cómo preparar la crema, sin complicaciones, ya veréis...




Ponemos una cucharada del preparado en la oblea y cerramos por la mitad.



    Y la sellamos con un tenedor.



    Las freímos en una sartén, y después las espolvoreamos de azúcar. Y ya tenemos un rico postre.


    Como apunte, os diré, que con un bote de crema, me da para dos paquetes de obleas bien rellenitas e incluso para tres si no le ponéis tanto relleno.

    Para mi gusto recién hechitas están bastante mejor. A lo que me refiero no es a que te las comas calientes, pero no que las hagas por la mañana para comer por la noche, si no poco antes de saborearlas.

    Probadlas y ya me diréis...

   ¡¡¡ Besicos!!!

miércoles, 8 de octubre de 2014

No me había dado cuenta...

    Ayer hubo quien me llamo la atención sobre como tenía abandonado el blog... Y la verdad es que no me había dado cuenta del tiempo que hacía que llevaba sin publicar nada.
    No tengo excusa la verdad. Sí que ando muy atareada dando cursos e intentando abrir mi propio negocio, pero debí de darme cuenta de que no puedo dejar esto abandonado y de que debo de procurar dedicar un ratico de vez en cuando a lo que empecé en su día.
    En mi página de facebook: https://www.facebook.com/besicosdeazucar , voy poniendo cosicas de lo que voy haciendo, y es que estoy más acostumbrada, porque interactúo en ella con mi gente. Sé que esto es diferente, y debo de ser consciente de ello.
    Mi propósito es continuar e intentar seguir estando presente.

¡Besicos!

miércoles, 27 de agosto de 2014

La razón de mi blog.


    Abrí el blog precisamente para ayudar a la gente como yo, que se vuelve loca buscando una receta y cuando la encuentra y ve tantas versiones de la misma, no sabe por dónde coger el hilo. Y, que en muchas ocasiones, cuando al final se decide por una de ellas, y se pone en acción, algo falla...

   Por muchos años pensé que era incapaz de hacer ni un triste postre si salía del bizcocho tradicional, vamos de la receta fácil que siempre había conocido. Y, la verdad, muchas veces sigo opinando lo mismo, y es que parece todo tan sencillo... y es frustrante cuando por una y otra vez acaba todo viniéndose abajo.

   Evidentemente no voy a realizar los manjares exquisitos de aquellos que estudiaron para ello y que llevan media vida haciéndolo. Pero mi madre, como todas, nos deleitaba siempre con una cosa u otra cuando éramos peques. ¿Por qué yo no?

   Esa fue mi propuesta, conseguir que mi gente disfrutara como lo hice yo, sin importar si para ello no utilizo los métodos correctamente. Y es que la cocina es pura química, y aunque no se me daba mal, al final me tiré por letras, por lo que acabo realizando la cuenta de la vieja para llegar a un buen resultado si veo que se me complica el tema. Soy de las que meto la batidora en una bechamel si se me hacen grumos, y no me importa que no sea lo correcto para realizarla, porque al final, me queda rico, y para mi, eso es lo que importa.

    Por eso comencé esta andadura, para que quien se encontrara en mi misma situación, perdiera el miedo a meter la mano en la masa, con el aliciente de que si doy una receta de algo que yo he hecho, va a ser tal cual, contando las dificultades con las que me he encontrado, y explicando como las he solventado, y sobretodo dando todos los ingredientes y pasos, porque anda que no ha habido veces que al final no era yo la que lo hacía mal, sino que me faltaba algún dato que omitían. ¿Para qué? Ni idea, pero con lo cabezota que soy, no paro hasta conseguirlo.

   Es una satisfacción para mi, cuando alguna amiga de mi face, me dice que se ha animado a hacer algo de lo que he compartido y que le ha salido perfecto y sin problemas.

   No soy cocinera ni repostera, las recetas que doy no son mías, son las que voy recopilando y me van saliendo bien. Pero es una tradición que no me gustaría que se perdiera, la de, de vez en cuando, disfrutar cocinando.

¡¡¡Besicos!!!

 


   

martes, 15 de julio de 2014

Un clásico ya en mi casa.


    En todos los cumpleaños es tradición que lo celebremos con una tarta. Una tarta que guste no sólo a los comensales si no que agrade a la persona que celebra su siguiente número en el transcurso de su vida.

    Mis hijos están encantados con las tartas personalizadas, son preciosas, no cabe la menor duda, pero cuando se trata de agasajar a los amigos, pero sobretodo a su paladar, no dudan en pedirme además la tarta de tres chocolates.

    Y, la verdad, que si eres goloso, pero sobretodo aficionado al chocolate, es una tarta que no puedes dejar de probar.

    No es que sea la mejor tarta del mundo, hay tartas de chocolate que son una verdadera delicia al paladar, y sinceramente, me sería difícil elegir una sola. Pero, la sencillez de esta tarta, y la facilidad de su elaboración, hace que se haya convertido en un clásico en nuestras celebraciones, porque no da ninguna pereza hacerla y el resultado es increíble.

    Yo soy chapucera, y ya que no soy una experta cocinera, cuando he tenido algún problema en la elaboración, he solventado el problema como buenamente he podido, que evidentemente los profesionales pondrán el grito en el cielo, pero como mis recetas son para casa, no es mayor problema. Así que si vosotros sois como yo en la cocina, os vendrá bien las burradas que hago para poder llevar a cabo las recetas. ;P

    Hay muchas versiones, yo os dejo la mía, a la que le he reducido cantidades de azúcar y en la que os doy las marcas que utilizo, porque uno de los éxitos de mi tarta es precisamente unos buenos ingredientes, que en este caso se nota una barbaridad, porque no es lo mismo elegir un buen chocolate que un sucedáneo, por ejemplo.

INGREDIENTES:

- 150 gr. de chocolate negro (valor puro 70%)
- 150 gr. de chocolate con leche (nestlé)
- 150 gr. de chocolate blanco (milkibar de nestlé)
- 75 gr. de azúcar (50 gr para el chocolate negro y 25 gr. para el de con leche).
- 750 ml. nata de montar (la asturiana)
- 750 ml. de leche (la asturiana)
- 3 sobres de cuajada (royal)
- 1 paquete de galletas María
- 60 gr. de mantequilla-

ELABORACIÓN:

    Preparamos un molde desmontable, y si la superficie es rugosa, le pondremos papel de horno en su base. (tenerlo en cuenta después a la hora de comerla.
    Trituramos las galletas, fundimos la mantequilla y la agregamos a estas con las manos, cuando está todo integrado rellenamos la base del molde con ellas, siendo nuestra primera capa de la tarta. Y así, la metemos a la nevera.








Mientras, calentamos la leche, la nata y deshacemos poco a poco el chocolate en esta mezcla, cuando lo hayamos derretido añadiremos el azúcar y después el polvo de cuajada. Aquí la burrada que suelo hacer yo, que como no se me deshace bien el polvo de cuajada y se me hacen grumos, directamente le meto la batidora, poco a poco para no poner todo perdido, y ya no me salen grumos y sale divino, jejejejeje. Removeremos hasta que la mezcla nos engorde un poco y lo echaremos poco a poco en nuestro molde. Y así lo metemos de nuevo a la nevera.

Mientras se va enfriando un poco haremos lo mismo con el chocolate con leche, pero cuando vayamos a añadir el chocolate, no lo haremos directamente, si no sobre una cuchara, para que no se nos mezcle con el primer chocolate, y metemos a la nevera, de nuevo.

Lo mismo haremos con el chocolate blanco. 







Lo dejaremos enfriar por u mínimo de dos horas (aunque yo os recomendaría que fuera de un día para otro), y después decoraremos al gusto. Yo le pongo fideos de chocolate (de la marca día, que son muy buenos y baratos), porque además le realza aún más el sabor.




Vamos... de impresión, jejejeje. 

¡Disfrutadla!

¡¡¡Besicos!!!

viernes, 4 de julio de 2014

Perdonad la ausencia...

    Ufff... ¡cuánto tiempo sin dar señales de vida! Ya me podéis perdonar, pero eventos familiares han hecho que tenga el blog un poquito abandonado, por no decir del todo. Y si no lo digo, es porque todos los días tenía en mente poder escribir algo, pero por diferentes motivos he retrasado que el poder entrar. Aún ando algo atareada, pero no me parecía justo teneros sin, al menos, un saludito por mi parte.

    Tras la comunión de mi pequeña, me he liado con una u otra cosa, incluída la comunión de mi sobrino, el corpus y algún que otro cumpleaños. También he acudido a cursillos para seguir formándome y llegado el buen tiempo las limpiezas primaverales que este año se han visto un poco retrasadas, me han tenido ocupada, jijijiji.

    Hoy además de pediros disculpas por mi pequeña ausencia, os dejo foticos de algunas cosillas que he ido haciendo, y en breve os prepararé otra pequeña entrada en la que os hablaré de algunos de los libros que últimamente van cayendo en mis manos, y los experimentos que voy teniendo en mi cocina.

Aprendiendo a realizar bordes perfectos.


Mi primer curso para utilizar un poco decente la manga pastelera:









    Regalito para una buena amiga, el día de su cumple.



    Primera tarta de cumpleaños de la sobrina más peque.




    Encargo hecho por otra de las sobrinitas para una amiga que va a estudiar magisterio de idiomas.







    Y la última, fue hace poquito para la inauguración del piso de mi mayor y sus compis de universidad.




    Ahora ya en mente la de mi chiquillo que pronto será su cumpleaños...

    Espero que os haya gustado.

    ¡¡¡Besicossss!!!

lunes, 26 de mayo de 2014

Y es que ¡¡¡no sé decir que no!!!

    Ya os he dicho en otras ocasiones que no hay nada como que confíen en ti, que crean en ti, que piensen que tú sí que puedes.

    Esa actitud hacia nosotros hace que tú mismo no quieras decepcionar a los demás. Creo...

    Vaya..., por lo menos es lo que a mi me ocurre. Si alguien me pide algo, me es casi imposible decir que no, y después me pregunto en qué berenjenal me he metido. Claro que eso después me provoca el intentar superarme y demostrar que sí soy capaz. Lo que a veces hace que me sorprenda y me motive para querer aprender más.

    Este año comulgaba mi hija pequeña, y tanto a algunos compañericos como a mi princesa, quisimos deleitar con una tarta para ese día tan especial, cada uno con motivos diferentes según sus gustos.

    Y me tiré de cabeza sin saber si conseguiría hacerlo, aunque tuve la ventaja de que dentro del tema que pedían, me dejaron realizar lo que quisiera.

    Viendo que el resultado no fue tan malo, el gusanillo de querer seguir formándome y de avanzar se va haciendo cada vez mayor, no sin el miedo continuo de pensar si podré, pero que gracias a esas personas que me apoyan y que me retan quiero acabar volando cual mariposa, jejejejejeje.

   














Espero que os hayan gustado.

¡Besicos!