martes, 15 de julio de 2014

Un clásico ya en mi casa.


    En todos los cumpleaños es tradición que lo celebremos con una tarta. Una tarta que guste no sólo a los comensales si no que agrade a la persona que celebra su siguiente número en el transcurso de su vida.

    Mis hijos están encantados con las tartas personalizadas, son preciosas, no cabe la menor duda, pero cuando se trata de agasajar a los amigos, pero sobretodo a su paladar, no dudan en pedirme además la tarta de tres chocolates.

    Y, la verdad, que si eres goloso, pero sobretodo aficionado al chocolate, es una tarta que no puedes dejar de probar.

    No es que sea la mejor tarta del mundo, hay tartas de chocolate que son una verdadera delicia al paladar, y sinceramente, me sería difícil elegir una sola. Pero, la sencillez de esta tarta, y la facilidad de su elaboración, hace que se haya convertido en un clásico en nuestras celebraciones, porque no da ninguna pereza hacerla y el resultado es increíble.

    Yo soy chapucera, y ya que no soy una experta cocinera, cuando he tenido algún problema en la elaboración, he solventado el problema como buenamente he podido, que evidentemente los profesionales pondrán el grito en el cielo, pero como mis recetas son para casa, no es mayor problema. Así que si vosotros sois como yo en la cocina, os vendrá bien las burradas que hago para poder llevar a cabo las recetas. ;P

    Hay muchas versiones, yo os dejo la mía, a la que le he reducido cantidades de azúcar y en la que os doy las marcas que utilizo, porque uno de los éxitos de mi tarta es precisamente unos buenos ingredientes, que en este caso se nota una barbaridad, porque no es lo mismo elegir un buen chocolate que un sucedáneo, por ejemplo.

INGREDIENTES:

- 150 gr. de chocolate negro (valor puro 70%)
- 150 gr. de chocolate con leche (nestlé)
- 150 gr. de chocolate blanco (milkibar de nestlé)
- 75 gr. de azúcar (50 gr para el chocolate negro y 25 gr. para el de con leche).
- 750 ml. nata de montar (la asturiana)
- 750 ml. de leche (la asturiana)
- 3 sobres de cuajada (royal)
- 1 paquete de galletas María
- 60 gr. de mantequilla-

ELABORACIÓN:

    Preparamos un molde desmontable, y si la superficie es rugosa, le pondremos papel de horno en su base. (tenerlo en cuenta después a la hora de comerla.
    Trituramos las galletas, fundimos la mantequilla y la agregamos a estas con las manos, cuando está todo integrado rellenamos la base del molde con ellas, siendo nuestra primera capa de la tarta. Y así, la metemos a la nevera.








Mientras, calentamos la leche, la nata y deshacemos poco a poco el chocolate en esta mezcla, cuando lo hayamos derretido añadiremos el azúcar y después el polvo de cuajada. Aquí la burrada que suelo hacer yo, que como no se me deshace bien el polvo de cuajada y se me hacen grumos, directamente le meto la batidora, poco a poco para no poner todo perdido, y ya no me salen grumos y sale divino, jejejejeje. Removeremos hasta que la mezcla nos engorde un poco y lo echaremos poco a poco en nuestro molde. Y así lo metemos de nuevo a la nevera.

Mientras se va enfriando un poco haremos lo mismo con el chocolate con leche, pero cuando vayamos a añadir el chocolate, no lo haremos directamente, si no sobre una cuchara, para que no se nos mezcle con el primer chocolate, y metemos a la nevera, de nuevo.

Lo mismo haremos con el chocolate blanco. 







Lo dejaremos enfriar por u mínimo de dos horas (aunque yo os recomendaría que fuera de un día para otro), y después decoraremos al gusto. Yo le pongo fideos de chocolate (de la marca día, que son muy buenos y baratos), porque además le realza aún más el sabor.




Vamos... de impresión, jejejeje. 

¡Disfrutadla!

¡¡¡Besicos!!!

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