miércoles, 23 de abril de 2014

Unas pasticas fáciles de hacer.




    Últimamente está de moda hacer pastas con moldes y formas bonitas, pero no siempre tenemos esos utensilios en casa, y no por ello nos tenemos que quedar sin hacer esas pastas que tanto se nos antojan, y le podemos dar forma con cualquier cosa común de las que disponemos, como un simple vaso.

    Las pastas que os presento hoy, ni siquiera necesitan eso, con nuestras manos las moldeamos y las podemos tener listas en un momento, ya que no requieren tanto trabajo, sólo un poco de ganas. Veréis que ya no hay excusa para no agasajar a alguien que se os presenta de improviso a haceros una visita. 

    Son ingredientes que habitualmente tenemos en casa, así que podéis sorprenderles igual que ellos con su visita.

    INGREDIENTES:

      - 5 huevos
      - 400 gr, de harina, más o menos (eso ahora os lo explico)
      - 250 gr. de mantequilla
      - 1 chorrito de aceite
      - azúcar
      - bicarbonato

    ELABORACIÓN: 

    Echar un huevo entero y cuatro yemas ( las claras las aprovecharemos para la próxima receta), junto a ocho cucharadas de azúcar, y la mantequilla blandita. Después el chorrito de aceite y un poquito de bicarbonato, una pizca o dos, no más. Y la harina, que la iremos mezclando poco a poco. Y aquí, la explicación de 400 gramos más o menos: dependiendo de lo grandes que sean los huevos, necesitaremos más o menos harina, se suele decir la harina que admita. Y, ¿cuánta harina admite? ¿qué quiere decir eso? pues es sencillo, cuando la masa ya no se nos pega a las manos ni a la mesa en la que trabajamos, ya está la cantidad necesaria.

 



    Precalentamos el horno a 180 grados. Colocamos papel de horno en una bandeja de horno, y hacemos bolitas con la masa.




    Las aplastamos.



    Y marcamos con un tenedor o una cuchara.









   Espolvoreamos con azúcar.



    Y las introducimos en el horno unos diez o quince minutos, eso dependerá del horno. Una manera de saber que están hechas es porque estarán doraditas.



    La razón de que se marquen con el tenedor o la cuchara aparte de la estética es porque así las podemos distinguir de otras. Por ejemplo, yo hice la misma receta con el azúcar que doy en la receta, y otra con la mitad de azúcar para los que les gustan más sositas, de este modo, todos sabían cuáles eran las que les gustaban a ellos.





Espero que las veáis facilitas y os animéis a hacerlas.

¡Besicos!

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