sábado, 2 de octubre de 2021

Ya somos 1000!!! Siempre agradecida!

domingo, 29 de noviembre de 2015

No es lo mismo nata montada que chantilly...

    No sé si estoy terriblemente equivocada ante dicha afirmación, pero nunca me ha parecido que la nata y el chantilly fuera lo mismo, tanto por el gusto como por la consistencia. Y ¿por qué lo digo? pues porque buscas receta de chantilly en la web y todo lo que encuentras es una nata montada con azúcar glass y extracto de vainilla, ¿quiere decir eso que a toda nata montada con un saborizante diferente se le da otro nombre?

    ¡A mí que me lo expliquen, porque no creo que esa sea la explicación!

    Y claro, si después miro en un libro que tengo de mi abuela, escrito en 1971, y veo que en él no pone nada de vainilla y que además lleva claras montadas, eso me da que pensar... Ahí creo yo que va  a ir la diferencia del sabor y de la textura...

    Pero una que no es experta en pastelería, no sabe si al decir esto mete o no la pata... espero que alguna repostera de las de antes, de las que tienen esas recetas que se transmitían de generación en generación o los que hayan estudiado, al menos hace un cuarto de siglo, esta especialidad me saquen de la duda.

    A la espera de saber cuál es la verdadera respuesta, seguiré buscando por mi cuenta y probando la diferencia en mi paladar. Cuando tenga algo claro pondré el consecuente post con la receta en cuestión.

    Hasta entonces...

    ¡Besicos!

lunes, 5 de octubre de 2015

Algo fácil y rápido para quedar bien... ¡¡¡trufas!!!

  Con el tiempo que llevo sin escribir en el blog, no me queda otra que cumplir con una promesa que hice hace ya unos meses y que no es otra que dar la receta de mis trufas. Algo que a muchos les parece que es complicado y no hay nada más lejos de la realidad.

   Cada vez que las preparo hago una buena cantidad, porque habiendo golosos en casa desaparecen que da gusto, así que para qué andar con menudencias, jijijijiji.

    Coged los ingredientes y pongámonos manos a la obra y veréis como os enviciáis a hacerlas.

   - 500 ml. de nata de montar.
   - 600 gr. chocolate negro.
   - 60 ml. de brandy ( cualquier otro licor al gusto o también se pueden hacer sin alcohol)
   - 300 gr. de fideos de chocolate

   Calentamos la nata hasta su ebullición y derretimos en ella el chocolate, previamente troceado. Apagamos el fuego e incorporamos el licor. Dejamos enfriar y lo metemos a la nevera unas horas o mejor hasta el día siguiente.



Cogemos porciones y las envolvemos con los fideos de chocolate



                              formando pequeñas bolas y voilá... ya tenemos nuestras trufas...





    Ya habéis visto que no tiene ninguna complicación, así que no tenéis ninguna excusa para deleitar a los vuestros.

    Que las disfrutéis.

    Besicos.


lunes, 13 de abril de 2015

Compartiendo recetas...

   Soy de las que enseguida si me preguntan y lo sé, doy respuesta. En todos los sentidos, incluso aún ahora habiendo montado un pequeño negocio referente a la repostería.
   Cuando he ido a cursillos, he comprobado, en muchos sitios, lo difícil que es que te den una receta, e incluso aún metiéndote en su mundo, los secretos se guardan a gran recaudo. Cosa que no entiendo muy bien, porque mercado hay para todos. Vale que te guardes ese toque especial que le das a tus postres para que sean diferentes, pero la receta a estas alturas que todo es encontrable en internet...
   
   Claro que luego echando la vista atrás recordando la infancia de nuevo, ves en esos flashback en los que cada mamá llevaba un postre diferente a sus reuniones, y que siempre había la especialidad de cada una. Yo recuerdo a mi madre compartiendo recetas, pero no sé si el hecho de que cada una repitiera con el postre, era porque era la que más mano tenía para ese, o porque tenía ese toque especial que se quedaba en el recetario familiar.

    Cuando alguien viene a mis cursos, les doy tal cual las recetas que yo elaboro, ven el proceso desde el principio, y pueden comprobar in situ que es exactamente la que yo hago sin ninguna variación. 

    Les aconsejo que se guarden el secreto, jajajaja, pero nada más porque tengan esa especialidad que les haga diferente para poder sorprender en alguna ocasión... jejejeje. Y les encanta la idea.

    Luego siempre hay quien te sorprende y te trae alguna receta para que tú la pruebes y hagas lo mismo.

    No hay más secreto que seguir las indicaciones en todo momento, no importa compartir los secretos, al final cada uno hace lo propio. Si compartes, comparten. Y eso es maravilloso. Poner zancadillas no hace nada más que provocar que otros nos las pongan a nosotros. Así que no tengáis miedo a enseñar y también os mostrarán.

    Y después de mi parrafada, ya que hace mucho que no subía un post, toca dejaros una de esas recetillas que van de mano en mano. ;P


BIZCOCHO DE CHOCOLATE DE ANA:


Ingredientes:

- 125 gr. de mantequilla
- 125 gr. de chocolate negro 
-125 gr. de azúcar
- 80 gr. de harina
- 3 huevos
- 1 gaseosa de El tigre.

Elaboración:

Batimos la mantequilla que previamente hemos sacado con anterioridad de la nevera para tenerla a temperatura ambiente y así batirla fácilmente, hasta punto pomada o, lo que es lo mismo, hasta que nos quede como una especie de crema.
Añadiremos el azúcar y dejaremos que esta se integre bien. Y tras esto los huevos de uno a uno. Poco a poco incluímos la harina junto a la gaseosa. Y finalmente incorporamos el chocolate que habremos fundido bien en el microondas o al baño maría. 
Y tras precalentar el horno a 180ºC, nos toca meterlo al horno y en unos 30-40 minutos (según nuestro horno) disfrutaremos de ese bizcocho.

    Espero que os atreváis a probar y a compartir!!!

    ¡Hasta la próxima! ¡Besicos!

jueves, 26 de febrero de 2015

Convertir una afición en tu trabajo.

   Parece mentira cómo de repente una de tus aficiones empieza de hacerse poco a poco dueña de tu vida. Ya os he comentado que siempre me ha encantado andar por la cocina, sobre todo por los recuerdos entrañables de la infancia y que recuerdan a los muchos momentos agradables con mi familia, pero esa pasión que siempre ha tenido mi madre por cocinar nunca la he tenido tan arraigada como ella, eso sí, sí que me transmitió el querer agradar siempre a los demás, y una manera fácil, pero que muy fácil... es la cocina. ¿A quién no le gusta comer? Que levante la mano quien no disfrute comiendo. Cada uno tenemos nuestros gustos, pero si descubres los de la persona a la que quieres emocionar a través del paladar y te esmeras un poco, tienes una buena batalla ganada.

    Quién me iba a decir a mí, que el hacer de vez en cuando unas pastas y algún bizcocho que otro me iba a llevar un día a ir a aprender a decorar, era una forma de tener un hobbie nuevo con el que preparar regalos diferentes para la gente que aprecio. Pero mucho menos me podía llegar a imaginar que tras varios cursos que realicé por diversión, la gente iba a estar interesada en que yo hiciera de ello mi trabajo. así que me lo empecé a plantear. Tenía ganas de trabajar y por mis años y falta de experiencia laboral era imposible de encontrar nada, así que ¿qué perdía intentándolo?

    De repente me vi envuelta en una locura de papeleos, de buscar aquí y allá, lo quería hacer todo en condiciones, no me quería arriesgar a que hubiera una intoxicación y que no tuviera mi registro sanitario y mi seguro de responsabilidad civil, quería tener todo en regla y que además pudiera ofrecer un buen servicio. Me sigo volviendo loca, porque soy de las que o se hacen bien las cosas o no se hacen y quiero ir más allá y me falta tiempo. Uffff... qué agobio de mujer... ¿verdad? jajajajaja.

    Bueno, lo que quiero decir, es que he conseguido abrir mi empresa, que no sé cuál será su futuro, que en dos meses creo que he hecho bastante y que nunca podré decir que no lo intenté con todas mis fuerzas. Que seguiré trabajando todo lo que pueda para que funcione y poder hacer que crezca si es posible, y que me tenéis para lo que queráis.

Me busquéis donde me busquéis estoy a vuestra disposición.
¡Besicos!

lunes, 29 de diciembre de 2014

¿Tradicional o creativa?

    Lo mío no es una pasión, es una afición... o tal vez, mi afición se ha convertido en una pasión... El caso es que desde hace un año me siento sumergida, en cierto modo, en este mundo que es la repostería. Y, es curioso, como parece que hay diferentes versiones según qué es lo que haces, o mejor dicho de la manera como lo haces.

    Ahora se habla de repostería tradicional y de repostería creativa, pero ¿de verdad se puede separar el concepto de repostería? Me da igual cómo se denomine, de lo que se trata es de preparar un plato dulce y la elaboración de ese dulce, que ya es apetitoso de por sí, además añadimos la decoración para que ya sea no sólo sabroso sino espectacular y aún disfrutemos más al degustarlo.

    Hace quince días he abierto una tienda, en un principio dedicada a la repostería creativa, así se denominan; pero la gente que entra no sólo me pide fondant, cremor tártaro o pegamento comestible, si no que me demandan la nata, la canela o la pectina de manzana, por poner unos ejemplos, así que añado que también es tradicional.

    La gente más mayor, me dice que esos gustos modernos no les van, pero en realidad, lo que no nos va, es el sabor al que tenemos arraigado nuestro paladar. No es malo probar pasteles de diferentes culturas con distintos aromas o texturas, y aprender a elaborarlos. Después nos decantaremos por lo que más nos deleite. Antes no se viajaba tanto, no teníamos la posibilidad de degustar algo distinto a lo de nuestra localidad, pero con nuestros hijos es diferente y ellos no tienen tantos reparos en ello, así que enseñémosles a cocinar sea como sea, y a saborear y disfrutar de ello.

¡¡¡Besicos!!!

miércoles, 12 de noviembre de 2014

Fáciles galleticas.

    Toca preparar poquito a poco nuevas recetas, las galletas de mantequilla son de lo más socorridas y hay mil y una maneras de elaborarlas. Son rápidas de preparar y hornear.

     Las que os presento hoy son ideales si de repente os viene alguien de visita y queréis quedar bien ofreciéndole un café. Si además en un momentito le ponéis unas pastitas recién hechas, tendréis éxito seguro.

    Una manga pastelera y una boquilla ancha rizada son suficientes para darles forma.

    Ir precalentando el horno, y a degustarlas...

    Ingredientes:

    - 50gr. de mantequilla (a temperatura ambiente).
    - 100gr. de azúcar.
    - 150 gr. de harina.
    - 1 huevo.


    Elaboración:

    Batimos la mantequilla hasta obtener el punto pomada con ella, añadimos el huevo, el azúcar y la harina.
    Metemos la mezcla en la manga pastelera, damos forma a nuestras galletas y horneamos de 10 a 15 minutos, dependiendo de nuestro horno y lo blanditas o crujientes que queramos que nos queden.
    Recordad, que cuando enfríen se pondrán más duritas.





    Y con esto... a triunfar!!! Ya me contaréis...


    ¡Besicos!